¿Cuánto dolor puede soportar un hombre?El protagonista de esta historia, como si fuera un nuevo santo Job, se hunde en las profundidades más insondables del sufrimiento humano. La guerra es la pena con que la humanidad sufriente se castiga a sí misma mediante el asesinato y la crueldad, que conduce directamente a la locura por el sendero de la aniquilación y la destrucción. En medio de un país desolado física y espiritualmente sobre el cual campa la muerte, ¿qué sentido hay todavía para el dolor?Y sin embargo lo encontramos en estas sentidas páginas. La tremenda e inesperada imagen de un caballo martirizado inútilmente se levanta como un nuevo Crucificado en medio del valle de lágrimas y muestra al mundo que todo dolor tiene un sentido, que en tanto el amor y el perdón existan la causa de la humanidad no estará perdida.

Eugeniusz Malaczewski (1897-1922), nacido en los antiguos confines polacos, cerca de Huma, en Ucrania, empieza desde niño a leer obras de los grandes escritores románticos. Tras la prematura muerte de su padre, se traslada a Woronez, donde en 1915 aprueba el bachillerato. Luego, como recluta, se incorpora al ejército ruso, y es destinado al frente de la Primera Guerra Mundial. Cuando en 1917 estalla la Revolucion Rusa, colabora para organizar el ejército polaco. Con él participa en muchas batallas en Bielorrusia y Ucrania. A principios de 1919 se incorpora al ejercito polaco formado en el suelo frances por el general Jozef Haller. En París continúa sus estudios militares y termina un curso para oficiales con el grado del subteniente. Al volver a Polonia se encuentra en la primera linea de la guerra polaco-sovietica de 1920. Terminada la contienda se establece en Varsovia dedicando mucho tiempo a escribir y publicar sus textos. Los últimos meses de su vida, enfermo de tuberculosis, vive en las montañas de Tatry donde muere en 1922.