"Hay que curar la vida", dice Antonin Artaud y Javier Galarza continúa: "¿cómo se cura si los diagnósticos más atroces provienen del amor?" Dos autores que no coincidieron en el tiempo, se cruzan en este libro atemporal y poderoso, para abolir los credos y ganar otra fe, la fe de los que arden en preguntas. Galarza dialoga con los Fragmentos de un diario de Infierno de Artaud y recorre los acontecimientos fundantes de su biografía, los lugares donde se gestó su rabia y los que abandonó para besar los labios de la derrota del mundo.Ambos escriben, con una lucidez que emociona, sobre cuerpos partidos, cuerpos arrebatados al amor, cuerpos que están del lado de la vida y no de la estadística, cuerpos que representan la fatalidad que los elige. Y no ofrecen respuestas: sólo palabras activas para rebelarse. Pascar Quignard señala que el hombre no es más que la huella de otro hombre. Esta frase ilumina nuestra continuidad salvaje y que también somos las marcas que dejamos en el otro. Cualquier cosa menos la indiferencia, dice Javier Galarza, y sabiendo que no basta, pide por la dulzura y la escucha, lo infinito de la hospitalidad.

Javier Galarza fue poeta y ensayista. Nació en 1968 en Buenos Aires. Dio cursos en la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino. Publicó los libros El silencio continente (2008), Reversión (2010, Tropofonia, Belo Horizonte), Refracción (añosluz, 2012), Cuerpos textualizados (Letra Viva, 2014, en coautoría con Natalia Litvinova), Lo atenuado (audisea, 2014), Chanson Babel (Buenos Aires Poetry, 2017), el ensayo La noche sagrada (audisea, 2017), Für Alina (Ediciones en Danza, 2018), el ensayo La perfecta desnudez (Letra Viva, 2018, en coautoría con Leonardo Leibson y María Magdalena) y participó con sus notas en la edición de H. D. -Qué son las islas (Llantén, 2018, traducciones de Tom Maver). En narrativa editó Diez cuentos góticos (La Docta Ignorancia, 2019). Murió en 2022, poco tiempo después de publicar La religión Hölderlin (Llantén) y de finalizar la escritura de este libro.Antonin Artaud nació en Marsella (Francia) en 1896. Poeta, ensayista, actor y director de teatro. En 1923 se convirtió en uno de los primeros miembros del Movimiento surrealista, junto a Robert Desnos y André Breton, hasta su expulsión en 1926. Cofundó el «Teatro Alfred Jarry », donde produjo obras experimentales. Como actor, participó de las películas Napoléon (1927) y La Pasión de Juana de Arco (1928). En 1932 escribió el manifiesto "Teatro de la crueldad", publicado por la Nouvelle Revue Française, que fue la base de lo que sería su obra fundamental: El teatro y su doble (1938). Escribió poesía, ensayo, novela y piezas teatrales como El ombligo de los limbos (1925), El pesa-nervios (1925), Heliogábalo o El anarquista coronado (1934), Un viaje al país de los Tarahumaras (1937), Van Gogh, el suicidado por la sociedad (1947), Para acabar con el juicio de dios (1947), entre otros. Luego de 9 años internado en diversos manicomios, se publicaron sus Cartas desde Rodez en 1946, que dan testimonio del horror de esa experiencia. Murió en París, en 1948.